Ocho síntomas que te muestran que necesitas meditar

En medio del ajetreo diario en el que podemos vernos envueltos no nos damos cuenta de determinados síntomas que nos avisan que algo no está bien. La meditación es una magnífica herramienta para nuestras vidas, es algo que deberíamos tener incorporado de serie en nuestros hábitos diarios. Meditar no hace milagros, pero si tienes alguno de estos 8 síntomas que te enumero aquí, la meditación puede servirte para reconocer cual es el origen de esos síntomas y poner tu mismo/a la solución adecuada. Eso si, necesitas de incorporar la meditación a tu vida como una práctica diaria y rutinaria. Encuentra un hueco, empieza con 5 minutos, pero empieza, y pronto comenzarás a ver y sentir resultados.

Los 8 síntomas:

  1. Sientes ansiedad.
    La ansiedad es un algo normal, es un mecanismo natural de defensa que utiliza nuestro organismo para ponernos en alerta ante un peligro. Lo que ocurre es que la ansiedad puede acabar por ser un estado permanente, un trastorno que muchas veces no detectamos en nosotros mismos, activado por una preocupación excesiva y recurrente acerca de algún hecho que ocurrirá en el futuro, o por miedo a la incertidumbre o por situaciones que sentimos que no somos capaces de controlar. Con la meditación fomentamos la presencia, el estar en el aquí-y-ahora, sacándonos de esta incertidumbre y esa proyección futura e irreal en la que podemos estar sumergidos.
  2. No consigues concentrarte con las cosas que haces y/o tomar decisiones.
    En este mundo superconectado donde no dejamos espacio al silencio es normal la dispersión y la distracción, y cada vez nos resulta más complicado enfocarnos y poder tomar decisiones. La práctica de la meditación te traerá un mayor control sobre tu mente, al ser más consciente de tus pensamientos, y tendrás un mejor rendimiento al mejorar tu atención sobre las cosas que rodean y sobre tu vida.
  3. Tu cabeza no para de dar vueltas a todo.
    Cuando no dejamos de darle vueltas a todo, la vida puede convertirse en algo complejo, amenazante y agotador. Aunque al principio nos puede resultar complicado controlarla, es posible aprender a manejar una mente inquieta. No esperes conseguirlo de un día para otro pero la práctica diaria de la meditación nos ofrece el entrenamiento perfecto para adiestrar una mente desbocada.
  4. Necesitas estar constantemente ocupado/a.
    En la sociedad que vivimos estar ocupado es la norma, y estar siempre haciendo algo es la manera que tiene tu mente para, posiblemente, no encarar tu vida o huir de alguna situación que estás viviendo o de lo que realmente importa. La meditación, como en el síntoma anterior, es la mejor herramienta que tenemos para parar y centrarnos en nosotros, tomar consciencia de nuestro interior, de aquello que verdaderamente nos muestra quiénes somos y para qué estamos aquí.
  5. No duermes ni descansas bien.
    Este síntoma puede ser la consecuencia de dos de los anteriores. La ansiedad y/o tener una mente hiperactiva nos puede privar de conciliar el sueño. Tener un sueño reparador por las noches es fundamental para poder estar descansado y encarar los retos del día a día. Normalmente recomiendo meditar por la mañana nada más levantarte, y no recomiendo meditar a la hora de acostarse ya que corres el riesgo de caer dormido/a, pero si tu problema es el insomnio y descansar bien por las noches, adelante, medita antes de acostarte! La meditación ayuda a calmar la mente, a reducir la actividad física del día y a tener un mayor autocontrol, nos trae al presente y nos permite desenredar los pensamientos de la jornada, favoreciendo así la conciliación del sueño y el genuino descanso.
  6. Quieres entender qué te pasa.
    Todo el mundo necesitamos dar o encontrar explicación a las situaciones que vivimos, a nuestras vidas. Al meditar das espacio a tu mente, piensas en ti y en lo que te ocurre o en aquello que necesitas, pero de otra forma, viene, sin buscarlo. Al concentrarte en el momento presente, comienzas a comprender, te conviertes en el observador, en un testigo externo y ves tus defectos y tus virtudes, y comienzas a poner luz a tus asuntos.
  7. Sientes insatisfacción con tu vida o no te sientes a gusto contigo.
    Como te decía en el síntoma anterior, al meditar das espacio a conectar contigo, como un testimonio exterior, esto te permite relativizar tu visión de ti y de tu ser en el mundo, puedes verte más allá de tus dramas, y comienzas a ver qué te ocurre, qué necesitas. Algo muy importante que trae la meditación es la capacidad de aceptación de uno/a mismo/a, y es desde aquí que podemos comenzar, si lo necesitamos, a realizar cambios y a actuar en consecuencia con nuestras vidas.
  8. Quieres vivir una vida más consciente.
    La meditación es la puerta diaria a atravesar a una vida más consciente, con más consciencia de las sensaciones y emociones que sentimos. Con la meditación liberamos los pensamientos que no nos dejan avanzar. La persona que practica la meditación es más consciente de sí misma y de si misma con el mundo exterior.

¡Con sólo uno de estos síntomas, te aconsejo introducir ya la meditación en tu vida!

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